Aunque la epidemia se mantiene activa en el país desde abril de 2016, la Organización Panamericana de la Salud (OPS) ha mantenido un silencio cuestionable desde diciembre del año pasado cuando emitió la primera y -hasta el 22 de agosto-, única alerta, a pesar de ser la difteria una enfermedad de notificación obligatoria y de interés de salud pública para toda la región.
Caracas, agosto 2017. La censura dominante en el Ministerio del Poder Popular para la Salud (Mpps) con respecto a los boletines epidemiológicos de publicación semanal, han impedido saber cómo se ha comportado la epidemia de difteria en Venezuela, una enfermedad que reapareció en el país en abril de 2016, después de 24 años sin registrarse ningún caso, y que aún se mantiene activa.
La repentina publicación de todos los boletines epidemiológicos del año 2016 el pasado mes de mayo, permitió conocer el registro de 324 casos al cierre del año pasado, sin mayores especificaciones de los afectados y fallecidos por esta bacteria.
Pero el silencio y la censura epidemiológica continuaron y han seguido imperando durante 2017, pretendiendo ocultar algo inocultable: hospitales de varias regiones del país siguen recibiendo pacientes con difteria (sobre todo en la región andina en los últimos tres meses) y registrando fallecidos, como el más reciente reporte de un adolescente de 16 años que murió en Nueva Esparta, este mes de agosto.
En estos ocho meses sin información oficial, el Ministerio de Salud de Cuba dio algunas luces sobre la epidemia de difteria en Venezuela en 2017, a través de un boletín que suele publicar en su portal web sobre la situación epidemiológica internacional. Lo que no hizo la OPS con sus frecuentes alertas y actualizaciones epidemiológicas, lo hizo Cuba.
“No puedes criticarle a Cuba que tenga un boletín donde incluyen información de las enfermedades que consideran importantes notificar. Lo criticable es que Cuba sí incorporó la información de difteria y que la OPS no lo hiciera”, señala Carlos Walter, miembro del
Observatorio Venezolano de la Salud (OVS) y director del Centro de Estudios del Desarrollo (Cendes) de la UCV.
El ministerio de Salud cubano informó sobre la epidemia de difteria en mayo y luego en junio, indicando que hasta la segunda semana de junio Venezuela acumulaba 123 casos. Ahora, esa misma información es divulgada por la OPS en una Actualización Epidemiológica sobre difteria, fechada el 22 de agosto de este año; la segunda después de aquella alerta emitida el 16 de diciembre y que ya entonces se publicaba con retraso, considerando que los primeros casos de difteria se reportaron en abril del año pasado y fueron reconocidos por el Ministerio en septiembre.
“Aunque los boletines epidemiológicos no se publiquen, sí se siguen haciendo”, aclara Walter, exministro de Salud. Por tanto, OPS no ha dejado de recibir la información oficial epidemiológica pero sí se ha reservado su publicación, lo cual es totalmente cuestionable al ser la difteria una enfermedad altamente contagiosa, de notificación obligatoria según el Reglamento Sanitario Internacional de la Organización Mundial de la Salud, y un problema de salud pública para cualquier país.
“Resulta inconcebible que OPS haya adoptado esa posición. ¿Cómo es posible que siendo una epidemia tan importante se haya retardado tanto en emitir un reporte? Desde el Observatorio y de la Red Defendamos la Epidemiología Nacional vamos a hacer una comunicación dirigida a OPS preguntando cómo es posible que haya ocurrido esto”, informó Walter.
Sin datos sobre vacunación
El reporte de OPS de este 22 de agosto coincide con los datos que venía publicando Cuba. “En Venezuela, entre la semana epidemiológica 28 de 2016 y la semana epidemiológica 24 de 2017 se notificaron 447 casos sospechosos de difteria (324 en 2016 y 123 en 2017), de los cuales se han confirmado por laboratorio 51 casos, incluidas 7 defunciones (Anzoátegui 2 casos, Bolívar 1 caso, Monagas 3 casos y Sucre 1caso); con lo cual la tasa de letalidad acumulada entre los casos confirmados es del 20%”, detalla el reporte.
El balance además indica que se han notificado casos en 17 estados del país, que de los 51 casos confirmados por laboratorio 55% son mujeres y 47% corresponde al grupo etáreo de 5 a 19 años de edad, y con respecto al estado vacunal de los casos confirmados, 78% tenían el esquema incompleto y 15% no estaban vacunados (sobre el restante 7% no se tuvo información, precisa OPS).
Walter sostiene que esta última información es clave porque al sumar ese 78% de personas que no completaron el esquema de vacunación con el otro 15% que no estaba vacunado contra la difteria, se hace evidente que “esta es una epidemia que se pudo haber evitado”, sentenció.
El integrante del OVS explicó que una vez reconocida la circulación de la bacteria en el estado Bolívar, el Ministerio de Salud comenzó a vacunar en esa entidad para controlar su expansión, pero el hecho de que aún se registren casos en ese estado hace dudar con respecto a la existencia de dosis suficientes de la vacuna pentavalente (que se aplica a los niños y previene de cinco enfermedades, incluida la difteria).
Ahora, el registro de 123 casos en el primer semestre de 2017 indica que ha disminuido el reporte semanal de casos, pues el país no está en la misma situación que en 2016, indica el especialista. Esto puede deberse a la jornada de vacunación iniciada tras el reporte de la epidemia, pero se trata de una presunción o hipótesis hasta tanto el despacho de Salud publique información sobre las inmunizaciones realizadas, las coberturas antes de la epidemia y las que se fueron alcanzando con el plan para contener la epidemia.
Sobre la más reciente campaña de vacunación que ha sido anunciada por el Ministerio, Walter advierte que no hay información sobre las metas que se tienen previsto alcanzar en cada estado y que “es de suponer que debería haber prioridades con la vacuna pentavalente, dada la epidemia de difteria, pero no tenemos datos”.
La censura epidemiológica se mantiene y la difteria continúa amenazando a los venezolanos que no han sido alcanzados por el Plan Ampliado de Inmunización del Ministerio de Salud.